Un pacto con el diablo
Pues sí amiguitos, el viernes a esta hora ya tendré firmado mi personal pacto con el diablo. Un pacto que me obliga a estar 30 años de mi vida, pagando el 75% de mi sueldo por un piso de proporciones reducidas. Así es Madrid y así nos va a los madrileños. Seguro de la vivienda y como beneficiario el mismísimo Satanás...seguro de vida por si no cumplo con la esperanza media de vida...escrituras donde firmo con sangre el compromiso y comisiones por todo lo que te imagines.
Aquí no acaba todo. Por si a alguien le parecía poco dinero, únicamente comentar que estamos hablando de un piso de 40 años y no una de esas viviendas nuevas de San Chinarro donde todavía no han secado los ladrillos. Debido a esta circunstancia, me veo obligado a hacer reforma si no quiero levantarme lleno de esos bichillos que habitan en la humedad de los cuartos de baño. Llamo a Reformas Paco y me dan un presupuesto que no hace referencia a los 55 m2. Y yo me pregunto, ¿cuanto me costaría reformar 100 m2?. Nada de climalit, ni de parquet, ni de gresite veneciano. Me conformo con tarima, limpiar mis antiguas ventanas y azulejos descatalogados, sin cenefa eso sí.
Después de ver los anuncios de Bosch, el comprar electrodomésticos se convierte en un cúmulo de frustraciones. Malditos anuncios que coaccionan nuestros gustos. Yo quiero un horno metalizado de carro extraíble, un frigorífico americano que me sirva los hielos solo con pulsar una palanquita, un cafetera express especial para Blue Mountain y una campana extractora de diseño contemporáneo italiano. ¿Que cuanto valen? Pues más que el piso así que me iré a MediaMarkt y me compraré lo más barato que pille. Supongo que cuando tenga 40 años (Y solo haya pagado un par de millones sin intereses) podré acceder a un exprimidor eléctrico y un tostador; el aspirador tendrá que esperar.
IKEA empieza a cobrar sentido y uno empieza a fijarse más en la sección de bricolaje de los kioscos. Otro punto con el que tener cuidado es precisamente este: las revistas de decoración. El 40% de la revista que no es publicidad, esta orientada a chaléts con piscina, spas, jardines, altos ventanales con sus altos techos, y cuando aparece un piso 'pequeño' (unos 80 m2) tiene todas las posibilidades que te imaginas (nada más lejos de la realidad): puedes hacer altillos, tiene luz natural en toda la casa, una distribución ejemplar, etc. vamos como esos pisos baratos que todos hemos ido a ver de la mano del cutre-agente inmobiliario.
En fin, ahora os podéis hacer una idea de porque ando con tan poco tiempo... y me reía yo del Emancipator Bubble...
Aquí no acaba todo. Por si a alguien le parecía poco dinero, únicamente comentar que estamos hablando de un piso de 40 años y no una de esas viviendas nuevas de San Chinarro donde todavía no han secado los ladrillos. Debido a esta circunstancia, me veo obligado a hacer reforma si no quiero levantarme lleno de esos bichillos que habitan en la humedad de los cuartos de baño. Llamo a Reformas Paco y me dan un presupuesto que no hace referencia a los 55 m2. Y yo me pregunto, ¿cuanto me costaría reformar 100 m2?. Nada de climalit, ni de parquet, ni de gresite veneciano. Me conformo con tarima, limpiar mis antiguas ventanas y azulejos descatalogados, sin cenefa eso sí.
Después de ver los anuncios de Bosch, el comprar electrodomésticos se convierte en un cúmulo de frustraciones. Malditos anuncios que coaccionan nuestros gustos. Yo quiero un horno metalizado de carro extraíble, un frigorífico americano que me sirva los hielos solo con pulsar una palanquita, un cafetera express especial para Blue Mountain y una campana extractora de diseño contemporáneo italiano. ¿Que cuanto valen? Pues más que el piso así que me iré a MediaMarkt y me compraré lo más barato que pille. Supongo que cuando tenga 40 años (Y solo haya pagado un par de millones sin intereses) podré acceder a un exprimidor eléctrico y un tostador; el aspirador tendrá que esperar.
IKEA empieza a cobrar sentido y uno empieza a fijarse más en la sección de bricolaje de los kioscos. Otro punto con el que tener cuidado es precisamente este: las revistas de decoración. El 40% de la revista que no es publicidad, esta orientada a chaléts con piscina, spas, jardines, altos ventanales con sus altos techos, y cuando aparece un piso 'pequeño' (unos 80 m2) tiene todas las posibilidades que te imaginas (nada más lejos de la realidad): puedes hacer altillos, tiene luz natural en toda la casa, una distribución ejemplar, etc. vamos como esos pisos baratos que todos hemos ido a ver de la mano del cutre-agente inmobiliario.
En fin, ahora os podéis hacer una idea de porque ando con tan poco tiempo... y me reía yo del Emancipator Bubble...
p s i c o t i k b l o g . h e l l b o y
1 comentario
Dani -