Después de una
mala noche y un mal día en el curro, parece que saldré de esta. Un simple virus [¿estoy actualizado?] me ha originado una riiiidiiiicula y mini-minimisima angina que casi me causa la muerte [8-O]. Lo peor no es tener una angina, lo peor es ir al ambulatorio. Digo ambulatorio porque es un típico y genuino ambulatorio de posguerra (Bravo Murillo, 317 - Madrid). Después de entrar 1 hora después de estar citado [Señora no me tosa!] y ser testigo de las peores enfermedades concebidas en boca de sus poseedores [Pues eso no es nada... yo tuve meningitis gastroduodenal severa con brotes de brócoli inocuos], me atienden y en menos que canta un gallo me llevo las mismas dos recetas de siempre: Paracetamol y Antibióticos. De verdad, yo no sé para que voy al médico...
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